Volver a Colombia por unas semanas, inevitablemente, presagia para mi, regresar al Medio Oriente con unos kilos más.
En realidad, me parece que no es que coma mucho. O… Sera que sí? De pronto, lo que sucede es que creo comer poquito pero… Lo hago muy seguidito!
Es que no puedo evitarlo! Desde que me bajo del avión en mi bella Colombia, comienzan a invadirme toda serie de estímulos visuales y olfativos.
Cómo no caer en la tentación de devorar un Quesito pera en el Aeropuerto El Dorado y de salida… una Almojábana con un chocolate “Santafereño”?
Y llegando al eje cafetero… La cosa se pone peor! Para empezar: Natilla, Buñuelos y Hojuelas. Luego, piña “Oro miel” en Cerritos, la cual hace honor a su nombre.
Y… Empieza mi periplo por la zona cafetera: “Marranada” donde la tía Luz Alma, Chorizos de Santa Rosa, Chicharrón de 15 patas con Arepa Paisa en cada esquina, Frijolitos con todo!, Sancocho montañero, Fiambre, Tamales, Mazamorra…
… Me voy pa’ Cali. “La sucursal del cielo”. Y, desde que tomo el camino, arremeten inaplazables tentaciones: Gelatina de pata en Andalucía, Sancocho de gallina en Ginebra, Chontaduros recién pelados por mi gente linda, que los lleva orgullosamente sobre sus cabezas por los barrios de Cali, perpetuando una ancestral tradición, en inmensas palanganas de aluminio acompañados por exóticas frutas de la región: Mangas, Guamas, Chirimoyos, Grosellas, Mamoncillos…
… Cómo decirle no a unas “Cocadas”, a unas galletas “Cucas”, al Manjar blanco, a una “Lulada”, o a un buen vaso de “Champús”?
Cómo no sucumbir ante los “Aborrajados”, los tradicionales helados “Monserrate” en el marco de la plaza principal de Jamundí y los mundialmente famosos “Cholados” servidos en la misma plaza?
En conclusión, a pesar que me he inclinado hacia los alimentos sanos y naturales en estas vacaciones, no puedo evitar estar llevando un par de kilos de más conmigo. Lo cual me demuestra que todo exceso, así trate de lo mejor, es nocivo. (mea culpa).
Ahora, es tiempo de regresar a Omán y retomar una dieta sana y balanceada acompañada de una buena dosis de ejercicio, buenas relaciones y espiritualidad.
Finalmente, de tanto ir de finca en finca y de casa en casa, sin parar de degustar cientos de platillos y golosinas, me quedé sin lugar en el calendario para dedicar las horas necesarias para editar el único video que preparé para ustedes en esta temporada: “Pollo a la Napolitana”. Yo se que ustedes me entienden y disculpan.
Les prometo que en pocos días lo tendré al aire.
Por lo pronto, no dejen de practicar y de divertirse en su cocina!
Un fraternal abrazo de su amigo,
Javier Cardona
Orgulloso fundador
www.aquiyococino.com
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